Algo sobre la soledad musical de la tierra – Reseña de Agustín Labrada.

Algo sobre la soledad musical de la tierra es un poemario de Luis Sánchez escrito en Cancún, que ve la luz el ATZ Ediciones con el cuidado editorial de Cracken, está escrito casi todo en versos libres en los que se abordan diferentes asuntos y se fragmenta en tres secciones de orden temático.

“¿En qué se transforma nuestra existencia cuando se degrada y desaparece, cuando nuestro destino es ir y caer, cuando la noche es solo un tartamudeo, cuando la derrota es lo único que queda?”, se interroga sobre el libro el escritor Sinae Dasein y sugiere el carácter existencialista de estos versos.

“La belleza es una espiga que nos hiere. En la ventana, sus pequeños filamentos nos recuerdan que todas las cosas están llenas de nosotros. Somos los peces que se lanzan al precipicio, cantos y letanías bajo la herrumbre de nuestra mano (…) sólo vestigios del tiempo que pasó…”

Se nombran las secciones “Acercamiento al eco”, “Fundación” y “Animal de tormenta”. Son algunos poemas “Los prestidigitadores”, “Girasol de estrellas”, “Invocación de los cometas”, “De profundis”, “Estancias del tiempo”, “Estancias de la noche”, “Bitácora del retorno”, “Paz” …

Según Dasein: “El llanto de la madre y su futura ausencia atraviesan todos los objetos con los que alguna vez tuvo contacto. El tiempo, el tiempo de este libro, recobra el aroma, el día a día de los objetos y personas a través de la derrota”, remarcando una emoción visible en estas páginas.

Tales versos, que no siempre aluden a la derrota en su amplio arco de confesiones, suelen manifestarse aquí a través del versículo, en muchos ejemplos. También hay líneas versales de menor medida y poemas en prosa. Desde esas estructuras, el sujeto lírico comparte sus visiones.

“Continuamos en el exilio, pero nunca envidiamos los matices que la naturaleza inventa. Es tiempo de que el sonido trace la transparencia de la lluvia para dibujar la línea multicolor. Estar aquí es oír tu voz en la madera. Presentir y tocar núcleos. Aquí donde rezo tu nombre y desdigo el futuro.”

Se incluyen también otros textos, como los titulados “Ánima”, “Nostalgia de la ciudad”, “Fractales”, “Catarsis”, “Quiero la vastedad de mi cuerpo”, “Saudade”, “Alguien rompe el silencio”, “Fiesta en el poblado”, “Soliloquiorum a”, “Soliloquiorum b”, “Cantata” …

“Como un niño distraído / abrí los ojos al mundo. / Salí mientras dormías / cargando la maleta que discreta preparaste. / De madrugada, cuando los muertos / retornaron al aullido de los perros: / salí colgándome de tu cuello”, escribe Luis en un testimonio lírico, profundo y desgarrado.

El lector encontrará citas aquí, que pueden trazar un rastro hacia la formación lectora del poeta, que firman Samuel Beckett, David Huerta, Robby Benson, José Ángel Buesa, Rainer María Rilke, José Fernández Granados, Fernando Pessoa, Cavafis: un mosaico de la literatura universal.

Luis Sánchez bebe de la tradición literaria que le antecede y de las obras de algunos de sus contemporáneos, usa un lenguaje discretamente metafórico, decodificable, que mezcla con giros abiertos del coloquialismo, con intenciones intimistas de comunicación en busca del diálogo.

“Llamo lo que aún tengo por sangre: / las horas dormidas al centro de la playa, / la volcadura perpetua / y los nombres encima de una tabla. / Llamo a la madre y al padre ausentes, / a los hermanos y a los hijos que no tuve (…) a las mañanas y los sueños no soñados.”

La familia, la soledad, la incomunicación, el paisaje interiorizado, el sueño y las pesadillas, la otredad, la nostalgia, ciertos recuerdos que laceran, el miedo en sus muchas ramificaciones, el amor, la muerte y sus alucinantes ecos cruzan por estas hojas insistentes contra el olvido.

“Abres la llave de la ducha y te lamentas / porque ya no habrás de tomar un baño, / ni qué decir de las visitas a la playa o a la casa en las montañas. / Hoy abres los ojos tras una noche terrible: / tu padre está enfermo. / Y en casa todos corren / no aciertan a darle remedio al cáncer…”

Vemos que cierto infortunio ronda el ánimo de estos poemas, nacidos más de la experiencia íntima que de las lecturas, como heridas que prueban un rol en el campo de batalla. La angustia existencial que aquí fluye adquiere fuerza expresiva y encuentra en su fuga un cauce estético.

“Eres vieja, pero sigues lavando la ropa que nadie vestirá. / La tiendes al fondo del pasillo y esperas / a que alguien irrumpa la puerta y diga: Aquí estoy. / Los sueños de tu casa son tu casa dentro de ellos. / La ropa, la distancia, / la esperanza de gritos que hace años la poblaron.”

Este libro se suma a la poesía disímil que se crea en el Caribe mexicano, un espacio cosmopolita sin identidad definida, un puerto con anclas de muchísimas banderas que dialogan y que, paso a paso, como se teje un suéter, van urdiendo una pequeña tradición hecha con diferentes colores.

Luis G. Sánchez (Morelos,1985). Ha asistido a diversos talleres de poesía y narrativa de Quintana Roo y Puebla, así como a varias mesas de lectura. Ha publicado en revistas como Tropo a la uña, Salvo el crepúsculo, El Humo, Palabra ebúrnea y Hojas de Hierba. Es coeditor de Cracken Fanzine. Recientemente, publicó su primer libro «Algo sobre la soledad musical de la tierra», bajo el sello de Tang Ping Editorial.

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