Escritora quintanarroense, nacida en la ciudad de Chetumal, Othon P. Blanco el 7 de marzo de 1973. Actualmente radica en la ciudad de Playa del Carmen, Solidaridad, Q. Roo. Maestra pedagoga, investigadora y promotora cultural, mejor conocida en la península de Yucatán como la “Yuum bej”, guía del camino en lengua maya. Pertenece al Centro de Investigación y Estudios en Quintana Roo, A.C. Coordina los programas “Soy Yuum Bej”y “Lelo’ Quintana Roo”, que tienen como propósito principal fortalecer y promover el Patrimonio Cultural de la península de Yucatán. Entre sus publicaciones se pueden mencionar la colección de cuentos “Deja que la Selva te cuente su historia I y II”, “Los saberes del Dr. Chakaj” y “Sueños”. Actualmente se encuentra trabajando en una metodología para el aprendizaje de la lengua maya, en el cuento “Los sentires de Doña Sábila” y su primera novela “Tajonal”.
Espejo de noche
Sueño que viene y se queda
impregnando los instantes
en que la luna aparece.
Las olas la miran,
sonrientes de su hazaña,
porque ha logrado
dejar la misma tierra
que al día cubre
y en la noche admira.
Serán dos
o será el espejo
que la mira
cuidando los detalles
de la línea
infinita que la guía.
Horas pasan,
tiempo espera
y disfruta su presencia.
La belleza de lo simple,
la ternura del nacido,
la mirada del destino.
Pasado y presente
se unen en su brillo
y anuncian el futuro
del que espera
la firma del deseo.
Madre Tierra
Polvos rojos se nutren con aromas,
del dolor su historia que han escrito
nombres que el fuego les lanzó de un grito
y hasta mi vientre lluvia de palomas.
Seduce el pasto mi mirada ardiente,
dulce mantel que me colma la vida,
sutil veneno al recorrer se mida
camino de aguas sin el sol naciente.
Azul silencio da placer sin ola,
tallo que embriaga se perfuma sola
entre las hojas que mirar marchita.
Mortal nostalgia da firmeza al hueco,
donde el color derramo sin un eco.
Rompo la piedra, la raíz me habita.
Luz oculta
Relámpago ilumina
el llanto sin ecos
de una tierra
que la lluvia limpia.
Una tierra
que en defensa
ya levanta
un mural
de historias vivas.
Una tierra
que sus frutos
ya la lloran
y los ríos secan.
Quiero un puente
Uno que me lleve a esa isla, solo mía
donde habitan los fierros
acumulados de historias
con relatos inconclusos
y p
alabras rotas.
Uno que resista las tormentas
que le de calor al fuego
que nade en la lluvia
que ría sin parar
y que vuele.
Uno que al brincar haga rebotes
que sea invisible al miedo
que brille en la oscuridad
que no conozca límites
que llegue al infinito
y nunca muera.
Hoy mis ojos nadan en historias.