Gabriela Guerrero

Bebé de Luna Llena

Del libro “Legado de las Abuelas”.

Desde hace muchos años en la península de Yucatán como en todos los rincones del planeta Tierra, se observa con atención el ciclo de la Luna. La siembra, la extracción del chicle, el corte de la madera y de las palmas y el movimiento de las mareas, son algunos de los procesos que son acompañados de manera silenciosa por los misterios de la luna. Escuchando en muchos de los hogares se puede ser testigo de las historias y del legado maravilloso de las abuelas. Cuentan de los bebés de Luna Llena, semillas de amor sembradas al unirse cuerpos y corazones que esperan con paciencia que crezca la luna para llenarse de amor y crear seres enteros, seres puros, seres de Luna Llena.

Todo comienza preparando durante el día, un caldo con la mejor gallina de su patio. Recogen las verduras que han sembrado con gran esmero y se las añaden. No pueden faltar los elotes de la milpa ya que en esta tierra somos hijos del maíz. Las mujeres enjuagan su cuerpo con diversas flores y hojas que las llenan de aromas y permiten que el brillo de la luna las ilumine. Enredan su cabello en suave tela blanca. Visten de manera sencilla y esperan ansiosas la llegada de quién han elegido como sembrador de vida y compañero. Ya entrando la noche se escuchan sus pasos. El sonido de los grillos y el mecer de las ramas armoniza el instante. La puerta se abre y se inicia el ritual de Luna Llena. Lentamente se dejan caer del sabucán los restos del pozol que lo han llenado de energía, unas cuantas semillas encontradas en el camino y un par de chinas bajadas del árbol especialmente para ella. El machete es colocado recargado en la pared cerca de la puerta. Se puede sentir el aroma de leña que lentamente les brinda calor. Él, agradece la tibia agua que ella le ha preparado con ramas de olor para lavar su cuerpo. Junto a ellos, una hamaca de color de cielo cuelga alumbrada por el brillo de las estrellas. Ella, la ha elaborado como su madre le enseñó especialmente para ese día. Le sirve un poco del caldo con tortillas hechas a mano y picante asado en el comal. Juntos sonríen y disfrutan del alimento para sus cuerpos. La luna se observa tan cerca que invita a tocarla. Lentamente se sientan en la hamaca. Él, acaricia su rostro, la observa a los ojos y le quita suavemente la tela que cubre su cabello. Ella tímidamente responde a sus caricias. Una nube los cubre por unos instantes y deja solamente el brillo de su reflejo. El viento los envuelve y arrulla. Hoy la Luna Llena ha sido testigo del amor y de la creación de un ser de Luna Llena. Dicen que los seres creados en luna llena son como la madera cortada en la misma. Fuertes, rectos, puros, difíciles de doblar y de vencer. Por eso en los pueblos de nuestra península de Yucatán se espera en todos los hogares la llegada de la Luna llena. Y si observas detenidamente puedes identificar aquellos que fueron creados ese día, porque gustan disfrutar de unas chinas bajo su brillo.

 

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Historia del “Legado de las abuelas”.

Gabriela Guerrero radica en Playa del Carmen Quintana Roo. Desde el mes de agosto se encuentra recorriendo la península de Yucatán enriqueciendo con testimonios y elaborando material para el Programa Lelo´Quintana Roo que tiene como objetivos el aprendizaje de la lengua maya a través del Himno a Quintana Roo y el fortalecimiento de nuestra Identidad.

Correo electrónico: cienqroo@gmail.com

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