Mercedes Bautista, nacionalidad mexicana y española, nace en Madrid y vive en Playa del Carmen en el estado de Quintana Roo. Artista visual y poeta, así como profesora de Arte; actualmente profesora en la Universidad de Quintana Roo y en la Salle.
Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, especialidad Pintura. Participó activamente en los talleres de arte actual en el Círculo de Bellas Artes, siendo socia de esta institución. Siempre con el interés de desarrollarse artísticamente y profesionalmente cursa estudios en diferentes entidades como el Museo Nacional de Arte Contemporáneo. Centro de Arte Reina Sofía, o el museo Thyssen Bornemisza, también de Madrid. Su obra está en colecciones particulares de España, México, y en instituciones públicas como el Museo de Poesía Experimental de Badajoz, en la Fundación Colegio del Rey. Madrid. Entre otros. Becada por la S.R.E. de México, con la beca internacional para artistas visuales. Resultado del desarrollo de este proyecto es la exposición (poesía, arte objeto, pintura e instalación) de título Mujer-árbol realizada en el museo del instituto de Antropología e Historia de Taxco de Alarcón, en el estado de Guerrero.
Recibe en tres ocasiones el apoyo PECDA (FONCA Y CONACULTA) para el desarrollo de la trilogía: “bordar alma” “donde habita el corazón del cielo” y “risa mágica semilla creadora” 2012-2016
Correo electrónico de la autora: merchebautista@gmail.com
Actualmente radica en Playa del Carmen, Quintana Roo.
Sobre tu cama y mi cama
En tu cama
está el reguero de palabras ocultas
la huella de tu cálido cuerpo
Sobre mi cama, que es la tuya
hay mapas de mares en la luna
la vía láctea desparramada
amamantando hijos.
En la noche dibujamos abrazos a un solo cuerpo
tejemos en la urdimbre de los filos de la sombra
ecos de besos y caracolas de carne.
Somos garabatos negros sobre fondo blanco
A nuestra cama llegó el ritmo del mar
la sal de las olas se hizo viento
el viento se hizo abrazo-nudo
el abrazo acrobacia de deseos.
El deseo se hizo cueva
la cueva lanza
la lanza espuma.
Y fuimos olas, en un mar con ritmo lunar
Sobre tu cama y mi cama.
Cuando sea vieja, más vieja y estas canas vuelen en mi cabeza alzando mi pensamiento a la luna; no esperaré sentada en la puerta de la casa a la muerte, agarraré mis pasos y el camino; con risa sabia como estandarte de resistencia…….libre
Cuando sea mujer vieja y mis frutos ya maduros se reúnan alrededor de la mesa, serviré el pan tierno, los frijoles suaves, la carne de las diosas, mi sangre sazonada con adjetivos coloridos.
Siempre habrá en el centro de lo redondo palabras que vengan de otros mundos, aprendizajes de lo bello, abrazos fundidos y de presencia eterna.
Cuando sea vieja y pinte mis labios rojos; me reuniré en círculo con hermanas cantadoras de luna. Sabré lo que es crear y acudir a consolar el llanto de los niños, podré hacer preguntas a la verdad absoluta guardada en el minúsculo espacio del egoísmo.
Cuando sea vieja, libre y sabia habré ganado algo a la nada, aprovecharé cada segundo para sonreír a mi alma verde.
La alegría inundará mi casa y los hijos llegarán como navegantes de sueños propios.
Cuando se vieja y tenga mis manos expresando tiempo, siempre habrá caricias a tu cuerpo y el mío, sabremos los rincones donde buscar el gozo.
En la noche, bordaré el poema que me vista de regreso al útero de mi madre tierra, alguien plantará un árbol a mi cuerpo, para que cuide su sombra de flores blancas.
Cuando sea vieja y muera en brazos de un ser amado, la intensidad de lo vivido sirvió, al menos, para ser más yo.
MADRE NUESTRA
Madre nuestra que estás en el origen de la palabra
Busco tu nombre en la memoria de mis manos,
en el aliento susurrado de tu canto.
Tu cuerpo redondo es nuestra casa.
La voluntad que emanas
nos levanta dignos frente a los espejos.
Haz que el pan tome su forma mientras creo.
Permítenos la conexión con el corazón de la tierra
cuando miramos al cielo, buscando lo de dentro.
Perdónanos, cuando damos la espalda
a lo sagrado de la existencia.
La danza de la noche son nuestras ofrendas.
En nuestras entrañas no hay tentación
solo la alegría de lo vivo.
El mal mora en los miedos no enfrentados
en las sombras no abrazadas
Libéranos del sueño y del letargo en la cueva del olvido
Amemos, amemos, amen.