Axel Lewis nació el 22 de enero de 1989 en la Ciudad de México y cursó la licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad La Salle Cancún. Ha participado como actor en 5 cortometrajes y en más de 20 obras de teatro; en las que destacan: «El burgués gentil-hombre» de Molliere, «No hay ladrón que por bien no venga» de Darío Fo, «La Celestina» de Fernando de Rojas, «Drácula Gay» de Tomás Urtusástegui y «Wicked, las brujas de Oz» de Gregory Maguire. Obtuvo una beca por parte del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico en el 2007. Fue reconocido con Mención Honorífica por su actuación en el Concurso Regional de Monólogos y Unipersonales 2008. Un año más tarde, crea con dos compañeros la compañía “Algarabía Teatro”. En el 2011 se convirtió en Director de la compañía de Teatro ULSA Cancún, mismo año en el que obtuvo el primer lugar (actuando bajo la modalidad de monólogo) en la VI Muestra Estatal de Teatro en Quintana Roo. En el 2012 participó como embajador del Estado de Quintana Roo en el V Encuentro Nacional de la Voz y la Palabra en la Ciudad de México que organiza el CEUVOZ. Actualmente tiene un libro inédito con más de 90 sonetos. Es creador y director de la compañía “ALter ego Teatro” que estrenó su primera obra de teatro en mayo de 2017. Es creador de las Noches de Lecturas interactivas y dinámicas que ofrece mes con mes en distintos espacios de la ciudad».
Labios de un ángel
Sólo una foto nuestra es lo que queda,
como evidencia de haberte tenido,
como recuerdo que a veces se enreda…
¡Como ilusión de que te he conocido!
La observo y tengo ganas de llamarte,
de explicarte que deseo abrazarte,
sentir una vez más tus tiernos besos
¡Que abrigos fueron de mis fríos huesos!
Y es tan difícil poder describir,
lo que tus labios me hicieron sentir,
pues al besarlos pude imaginar,
que volaría hasta el cielo alcanzar,
gritando allí con toda libertad,
¡Que los ángeles eran de verdad!
Mamá:
Si la llama se consume de mi alma,
si la tinta se acaba en mi escribir,
si el huracán de mi pasión se calma…
¡Tranquila! Llegó mi hora de morir.
Volaré tan alto como enseñaste;
mis alas mostrarán tu fortaleza,
me llevaré por doquier tu nobleza…
¡Recordando siempre cuánto me amaste!
Seré así, luz del infinito inmenso.
Volviendo a ti en el sol de la mañana
que te despierte con calor intenso.
Entraré cada noche en tu ventana
a platicar y abrazarte en tus sueños,
¡Reviviéndome en momentos pequeños!
Toma mi mano
Toma mi mano y juntos volaremos,
por ese mar de sueños e ilusiones,
toca mi espalda y entonces soñaremos,
con hacer realidad nuestras pasiones.
No dejes que el miedo a fracasar
te impida poder ceder al amor,
permite un tiempo dejarme pasar
y te demostraré mi gran valor.
Pierde el miedo de volver a sentir,
escapa conmigo y descubriremos…
¡Lo que tanto anhelábamos vivir!
Eres lo que tanto había esperado.
Ven conmigo y prometo que estaremos,
tan felices como lo hemos deseado.
Mi marea revuelta
Se cumple un año desde tu partida,
del día más gris de toda mi vida.
Cerrando los ojos, rodeada de amor,
diste a una estrella luz y color.
Ya no estás más para escuchar mis llantos,
para entender lo que me está pasando,
para llenar de fe mis sueños tantos,
para aplaudir mi sueño venerando.
Estás en mi mente, ¡Siempre presente!
Y aunque no pueda volverte a abrazar…
Te juro abue, ¡Te voy a recordar!
Cuando poesía escriba nuevamente,
cada vez que cante: “La media vuelta”,
y en la playa… ¡Con marea revuelta!