Iván Jacobo Interián Kú. Tecoh, Yucatán. Radica en Chetumal, Quintana Roo desde el primer año de nacido. Actor, director y productor teatral. Ha sido formado a base de talleres y cursos de especialización desde 1993. Ha sido miembro de los siguientes grupos de teatro en la localidad Club de teatro Hola Amigo! de la escuela Secundaria Federal “David Alfaro Siqueiros” de 1989 a 1993; Taller de Arte Escénico del Instituto Quintanarroense de la Cultura de 1993 a 2003; Miembro fundador del grupo de teatro A escena! de 2003 a la fecha. Ha participado en la actuación, dirección y producción de diferentes montajes, entre los que destacan: ¡Vieja el último! (Beca de Alas y raíces a los niños, 2001) Teatriles (Festival Internacional de teatro, Chile 2007) Valentina y la sombra del diablo (Beca PECDA, Selección de Teatro Escolar, Mérida, Yucatán, 2010) Mukuyé (Comedia musical profesional, gira Quintana Roo 2011) Yumaka (Diseño y puesta en funcionamiento del teatro del Zoológico de Chetumal, 2012) Desde el 2011 es promotor voluntario del Programa Nacional de Salas de Lectura.
Papá que llegas a casa
Mirada
adusta,
trato fuerte
tristeza del hogar,
son alegrías tus ausencias
y terrores tus miradas.
Cuando salimos de paseo
son mis pies alas de fuego
que corren al desencuentro
en zapatos nuevos.
Los días de fiesta son
amargas gladiolas del adiós
en los que nadie sabe,
ni quién me mira.
No hay descanso para el no verte,
duros fueron los días
en los que tus lejanos brazos
dejaron de cobijarme,
poco a poco
de tus ramas fuertes
me des
p
r
e
n
d
e
s fruto
como verdemaduro
Afuera
quedaron las noches
en las que tu corazón y el mío
latían en el sempiterno amor.
Papá que llegas a casa,
oreja cansada, brazo de palo
que nada te enoje,
haces tristeza los recuerdos
y siembras miedo en mis esperanzas.
“Artefacto bimotor”
Golpe tras golpe,
la máquina avanza,
tak-tuk, tak-tuk, tak-tuk
pero algo pasa
cuando a la vista apareces
tintilín, tintilín, tintilín,
pasas de largo
me descompongo en pensamientos
de malos presagios.
Vamos de nuevo cuando
el olor de tus cabellos
me golpea.
Tak-tuk, tak-tuk
Tuk, tuk, tuk,
Y no estás…
Tintilín, tintilín,
es mi pensamiento
que al fulgor del alba
me sorprende.
Tak-tukukay, Tak-tukukay,
máquina engañada
con el resplandor de tu esencia.
Tilíntíntín, tilintíntín, tilín,
tilín, tilintíntín,
un beso tuyo
en mis sueños.
Por los oscuros recuerdos
La noche cuenta con su ábaco de estrellas, universo de brillos coloridos, centellea en la oscuridad del párpado el pensamiento luminoso de tu presencia. Eres luna negra y cielo menguante que transita en la vasta memoria alumbrando la oscuridad trashumante de mis pasos nocturnos.
Piedra de luna
Esquivo la mirada fija de la luna. Me uno al silencio de la noche, el árbol me habla de si, del viento chispeante entre sus hojas y de sus frutos maduros. Sigue su ruta el gran ojo hasta que zigzagueante me descubre entre las ramas. Somos por unos segundos pétreos enamorados.
Pesadilla de la palabra
Llegó la palabra
el silencio abandonó mi casa
los rumores avasallaron mis sentidos
palabra tras palabra.
Por la noche
volteé sobre la cama,
el sueño se ha ido.
Sobre los ojos de mis ojos
solo hay palabras
sobre la palabra no hay nada
solo ella sin imagen,
llegó la palabra
para traerme
el oficio del vacío.
En el silencio hay palabras
que rompen el hastío
sonidos que intercambian
el silencio por vacío.
La letra es figura celestial
no hay vacío sin palabra
ni palabra en el vacío
Parajes
A Vicente Huidobro
«Nada está sujeto a los ojos para siempre.
Nada tiene lazos de leyenda a través del murmullo.
Sólo tu sombra da el destino y despierta la caverna.
Tu lumbre que suspira a modo de subir,
entregándose entera en su esperanza
como chispa confiada y como signo de su hondura»
Al final somos un hombre y una mujer
que buscan y encuentran,
en este camino que se bifurca
tu imagen se vuelve silueta
que se respira.
Al final somos un hombre y una mujer
que gustan y que quieren.
Unos días soy de carne y hueso
y otros de aire,
soy un ser imaginado.
Al final somos un hombre y una mujer
que sueñan y se despiertan.
En el hábito de los recuerdos estás,
delicada, suave, llena de ti y de mi.
Al final somos un hombre y una mujer
que juegan a no ser lo que son.
Paraje de sensaciones tempranas
sueño que camino a tu lado
con tu mano sobre la mía.
Al final somos un hombre y una mujer,
somos barro y costilla
con la luna de testigo.