Caissa Janix. Nació en Cancún Quintana Roo en 1987. Poeta. Autora de los siguientes poemarios: Poesía Maldita (2007) y Para mi sangre (2011) de ediciones independientes en la ciudad de Cancún. Eden de Lilith (2016) editorial pasto verde impreso en Veracruz, México. Colaboración de muestra poética de Cancún Los caminos de la lluvia (2013) coordinado por Mauricio Ocampo, edición Carlos Pineda de la editorial ediciones del lirio. Participante de la antología “Mujeres por la paz” (2016) del XXIV encuentro internacional de mujeres poetas en país de las Nubes (Mixteca). Participante de la antología “Tiempo escarlata” (2017) del V encuentro internacional de mujeres poetas de la Cuenca de Papaloapan. Curso el taller de “Diez puertas a la poesía” por Ramón Ivàn Suàrez Caamal en Bacalar en el (2007). Impartió una breve introducción (basándose en el ensayo de Alejandro Carvajal) sobre los poetas malditos en casa de la cultura de Cancún; Así mismo fue invitada al Colegio Kukulkan (bachillerato) a colaborar en las clases de literatura a hablar sobre los poetas malditos. Participò con varios poemas en la revista Gothica. Fue participante, colaboradora, tallerista y organizadora de varios eventos culturales locales como: Foro al aire libre en la Casa de la Cultura de Cancún, Letras en movimiento, Noches de bohemias y tertulias, Rincón Rupestre, Palibrarte (que festeja el día del libro), Casa shanti nilaya, Pasearte, El espacio del juglar, Lunadas sin luna, Noches de Haikus y Acción Poética Cancún y Bacalar.
Correo electrónico de la autora: caissanekoi@gmail.com
Actualmente radica en Cancún Quintana Roo.
Sin voz, sin voto
Escucho a la madre soltera del barrio,
saludo a las prostitutas y canto
con los ancianos abandonados,
limpio el patio de las amas de casa.
Juego en el lodo con los estómagos
hambrientos, con los cuentos
sin libros, los ausentes de los noticieros
de escuelas con reformas privatizadas.
Bailo con ellas que son ellos y
ellos que son ellas,
un sonido sin genero
con los zapatos livianos,
a nuestra manera.
Camino junto a los que no tienen patria
sin amos ni dioses, a los vagos ingenuos,
los utópicos que dan todo por nada.
No estaré a media noche
En honor a Alfonsina S., Alejandra P. y Virginia W.
Mar de plata, cuatro dimensiones
y piedrecillas en los bolsillos.
Una ondina sobre una onda
inquieta, ocaso tornasol.
No me visites esta noche
ángel fémina, cuerpo de uva,
manecilla rota con el ala herida.
A oscuras el tiempo esparce
polilla, limpíemos el polvo
de sus hermosos huesos.
Las sirenas y las ninfas
adornan sus cabellos enredados,
telarañas oblicuas tejen lágrimas
ausentes sobre sus pechos.
Tres fantasmas a los bordes
de mi cama, sueñan letras
y colores tenues, marchitos.
Caminan sobre mi corazón
descalzas, yo las abrazo
y escribo versos de amor.
No me llamen a medianoche,
la página está vacía,
sonrío y beso sus pálidas mejillas.
La Semilla
Somos el gris, la plaga,
lo descolorido del orden
de la ciudad cegada.
Somos un cerillo alarmante,
un camino de pólvora,
los que dudan de la caja estúpida
<< y otros medios controlados.>>
Podrán arrebatarnos,
extinguirnos, cortarnos
las hojas y los tallos,
excavar nuestras raíces.
Despertaremos siendo
quimeras, andaremos
descalzos hasta arder
las cicatrices de rebeldía.
Aún naceremos semilla.
No podrán silenciar
a una supuesta minoría.
Parque folclórico
Recuerdo de Wilma 2005
Susurro
mundo cristalino,
carece de belleza,
soy viajero del viento.
Mi alma conoce
la dimensión de los grandes,
camino en paralelo
sobre su paisaje.
Árboles y flores
en festín se acostaban,
unos encima de otros…
¡Oh, cómo se adoraban!
Los espíritus de mi alma vagan,
su tacto cura mis heridas,
alas rotas, sin fe, sin raíces
ríen de su furia.