Daniel Cabrera Padilla, nació en Chetumal, Q. Roo en 1972, Miembro fundador del taller literario “Syan Ca´an”. Becario en tres ocasiones del FECA. En 1990 obtiene una de las 20 Menciones que otorgó la Japan Air Lines en el Primer Concurso de Hai Kú en español. Obtuvo los primeros lugares en los Certámenes de Poesía “Bacalar 1991” y “Bacalar 1992”. Premio Estatal al Mérito Juvenil de Q. Roo en 1994. Ha publicado 4  libros de poemas. Es autor de la letra del Himno al CREN de Bacalar. Actualmente radica en Cancún donde labora como profesor de educación primaria.

Correo electrónico del autor: dajecapa.35@hotmail.com

Actualmente radica en Cancún Quintana Roo.

 

 

AZUL O VERDE PERO TE QUIERO

I

No por nada la tarde siempre me espera
mueve la cola
me espera sentada bajo el árbol donde tu nombre
se fue borrando.
No por nada
tus besos pasaron desapercibidos en diciembre
llevándose mis latidos pero no mis pasos
que siguen y siguen –y al bajar del tren-
buscan otros labios.

 

II

Tomé el celular para marcar los números de tu suerte
tomé las cartas para leer tus ojos
tomé cada nube para taparte del sol
pero no estuviste más
en mis palabras.
Deserté llorando y me alejé.
Desperté.
La lluvia no era más que un dibujo en la ventana
y el sonido del refrigerador un arrullo.
Tomé cinco espejos para buscarte
tomé el licor de tus cartas
bebí cada palabra de nuevo
y terminé
ahogando tus recuerdos.

 

III

Dicen que fumar me hace daño
pero más me daña el saber que tu nombre
permanece aún
en la piel de nuestro árbol.

 

IV

Sobre las piedras
una iguana se traga el tiempo
lenta
testifica tu partida.
Eras una barca entre tanto azul capitalino
eras una banca ya sin respaldo
eras como esas mariposas que indecisas
solo sonríen.
Eras blanca luna
nodriza de mis sueños
en ti
habitaron mis palabras
palabras como ven que te quiero dar un beso
quedaron a la deriva de la noche
palabras como acuéstate  y dame un masaje
salieron volando para siempre
palabras todas que vomitaron más tarde
todos mis sentidos
eras una barca azul entre tanto verde
yo, el vaivén que te mecía
sin darme cuenta que te alejaba…

 

V

¿Qué son los sueños
si no pasajeros que se acurrucan y duermen
y sonríen?

 

VI

En el trayecto a tus labios
alquien miente: alguien mira y se aleja.
Un corazón se hunde mientras la tarde le acompaña.
En el trayecto a tu sombra
alguien se desvive por cada palabra no dicha.
Unos ojos que seducen ahora callan.
En el trayecto a tu intimidad
me pierdo entre tanta luz.
Uno, dos, tres latidos y tu fugaz despedida.
(Tus labios, tu sombra, tu intimidad
Nunca fueron mías)